Las civilizaciones precolombinas : Los Incas



Mural en Cuzco acerca de los Incas

En 1511, los conquistadores estaban en Panamá. Siempre en la búsqueda de grandes cantidades de oro, unos rumores según los cuales existía un país de riquezas fabulosas turbaron los espíritus de los más temerarios de ellos.
Los indios, excedidos por la codicia de esos hombres venidos de la mar, intentaron alejar a sus verdugos revelándoles la existencia de un "Eldorado", que obsesionó durante mucho tiempo a los conquistadores españoles.

En 1524, un huraño capitán fue a explorar las riberas de una región que los indios llamaban "Birú". Pero la selva hostil y la gigantesca cordillera de los Andes formaban una barrera que no les permitía explorar el interior de estas nuevas tierras. Por lo tanto, en abril de 1532, a fuerza de encarnizamiento, el capitán Francisco Pizarro a la cabeza de una pequeña armada de 180 hombres puso el pie en Tumbes, al norte del actual Perú.

Después de todo ese tiempo, la actividad de los españoles había intrigado a los indios. Pero a raíz de un conflicto que oponía los dos hermanos Atahualpa y Huascar por la dominación del imperio inca, no se inquietaron mucho por este puñado de seres extraños montando graciosos animales y sus armas que despedían truenos.

El Imperio Inca


Atahualpa y Huascar, los dos hijos del emperador Huayna Capac, se enfrentaban para reinar sobre el inmenso territorio que este último había dejado a su muerte. La dominación de los Hijos del Sol se ejercía desde Colombia hasta Chile. Pero el " Tahuantinsuyo", el imperio de las cuatro provincias, no había alcanzado este poderío sino después de largas luchas, lo que lo oponía a otras civilizaciones ya bien instaladas.

Los orígenes


Hacia el fin del siglo XIII una pequeña tribu llegó, con muchas dificultades, al bajo de Cuzco, en los Andes del Perú. La leyenda cuenta que estos indios "Quechuas" estaban en la búsqueda de un entorno ideal para establecerse. Eran dirigidos por manco Capac y Mama Ocllo, su hermana-esposa. Ellos debían fundar su ciudad sólo en el lugar donde el bastón de oro de Manco Capac se hundiera suavemente. Y es así que él llega. Fundan la ciudad de Cuzco, "el ombligo" en lengua Quechua, y reunieron bajo su autoridad a los pueblos que vivían en la barbarie, para hacerlos acceder a la civilización. Manco Capac les enseñó la agricultura y la artesanía y Mama Ocllo inculcó a las mujeres el arte del tejido.

La expansión


Pero contrariamente a lo que bien quiere hacer creer la leyenda, los Incas integraron la confederación cuzqueña ocupando un rango subordinado y no dominador. Adoptaron la lengua Quechua de sus soberanos, propagándola después sobre todo el territorio.

La confederación reposaba sobre dos mitades: El Hanan, la mitad del alto, y el Hurin, la mitad del bajo, de la cual hacían parte los Incas. El Hanan detentaba los poderes políticos y religiosos y el Hurin, los poderes militares. Esta repartición de poderes explica en parte el ascenso en poderío por las armas del grupo Inca. Los jefes militares recibían el título de Sinchi.

Fue en el siglo XIV que Sinchi Roca, después Lloqui Yupanqui, Mayta Capac y Capac Yupanqui, reforzaron la posición de los Incas en la cuenca de Cuzco. Por haber saqueado las ciudades de los alrededores y rechazado los ataques adversos, se les reconoció un rol preponderante en la confederación. Así, a la muerte de Capac Yupanqui, Inca Roca se apoderó del control de la confederación, y los incas impusieron sus leyes a todas las tribus.

Su sucesor, Yahuar Huacac, no fue tan brillante y una conspiración puso fin a su reinado. Pero hacia el 1400 los incas retomaron con Viracocha Inca. A pesar de todo, su territorio no superaba un radio de 40 km. alrededor de Cuzco.

En 1438, una poderosa tribu, los Chancas, estuvo a punto de reducir a nada los esfuerzos de los Incas. Viracocha Inca, ante el avance del ejército adverso, se refugió en la ciudadela de Calca. Pero uno de sus hijos, Pachacutec, no aceptando la retirada intentó detener la ola de invasores. Reagrupando los jefes de tribus aliadas, Pachacutec infligió a los Chancas una derrota terrible. La amenaza alejada, depuso a su padre para tomar el poder y sentar definitivamente la dominación de los Incas sobre las altas mesetas.

De 1445 a 1450 Pachacutec extendió su territorio hasta el lago Titicaca, combatiendo las tribus de lengua Aymara, últimos representantes del antiguo Tiahuanaco. Durante este tiempo, su hermano, Capac Yupanqui, extendió el Imperio Inca hasta Cajamarca, a más de mil kilómetros de Cuzco, a las puertas del gran imperio Chimu. Pero eso devenía demasiado audaz y codiciando el trono, Pachacutec lo hizo asesinar. En 1463, él forma un ejército que confía a su hijo Tupac Yupanqui a fin de someter a la autoridad de los Incas los inmensos territorios, separando Cajamarca de Cuzco. Tupac Yupanqui se muestra temible y los Incas hicieron caer Chanchan, la capital de los Chimu, antes de conquistar Quito en el Norte del actual Ecuador.

Hacia 1470, Tupac Yupanqui regresó a Cuzco y subió al trono que su padre, envejeciendo, le legó. Por sus victorias y la autoridad que mostró se volvió uno de los emperadores más poderosos que el Tahuantinsuyo hubo conocido.

Pero la aristocracia Inca complotó contra el emperador, y Tupac Yupanqui murió asesinado en 1493.
Huayna Capac, su joven hijo, fue llevado al poder bajo la tutela de sus tíos.

A pesar de las victorias y los esfuerzos del ejército Inca, el norte del imperio permanecía siempre muy inestable. La distancia que separaba esas regiones de la capital, no permitía a las autoridades imperiales ejercer su completa dominación. Sin embargo, Huayna Capac, vuelto adulto, tomó la cabeza del ejército del Norte y obligó a los Kara, última tribu en oponerse a los Incas, a capitular en 1523. Nada más podía detener la expansión del imperio y del emperador llegando hasta el sur de la actual Colombia.

La decadencia


Atahualpa capturé à Cajamarca

Pero ya el imperio debería enfrentar un nuevo azote: las enfermedades que los españoles iban a propagar sobre este nuevo mundo. Rápidamente más de 200.000 indios murieron de estas infecciones contra las cuales estaban sin defensa. Y en 1528, Huayna Capac mismo sucumbió de una de esas enfermedades, dejando a Atahualpa y Huascar, sus dos hijos, querellarse por el poder de este inmenso territorio.

Atahualpa, que había pasado su infancia en Quito, era sostenido por la poderosa armada del Norte. Huascar, gobernador de Cuzco, recibía el apoyo de los jefes Incas más ancianos que protestaban contra el desplazamiento de la sede imperial al Norte. Éste último hizo ejecutar algunos allegados a su rival y lanzó sus tropas hacia el norte. Atahualpa replicó inmediatamente y retomó las villas de Tumipampa y Cajamarca. Una lucha sin merced se desató entonces, cuando un puñado de españoles, Francisco Pizarro y sus 180 hombres, desembarcaron en Tumbes en Abril de 1532. Pero su inferioridad numérica no inquietó a los Incas; sino que estos hombres les intrigaron. Un viejo mito indio anunciaba la venida del dios Viracocha a fin de restablecer el orden y la paz en el Tahuantinsuyo; y Francisco Pizarro se parecía extrañamente a este personaje. Huascar vio en ellos los aliados potenciales y no hizo nada contra su avance. El 15 de Noviembre de 1532, los españoles llegaron a Cajamarca y Francisco Pizarro invitó a Atahualpa a sus cuarteles. Queriendo impresionar a estos nuevos recién llegados el emperador se presentó a la cita con todo su ejército. Pero en el momento cuando Atahualpa llegó a la plaza central los españoles abrieron fuego y soltaron sus perros de combate sobre los indios. Los Incas fueron presa del pánico y los españoles aprovecharon para capturar al emperador.Temiendo por sus vidas, los indios, impotentes, se retiraron.

Pero entretanto el ejército del Norte continuaba su lucha contra las tropas de Huascar y triunfaron definitivamente entrando en Cuzco. El imperio estaba al fin reunificado, pero el soberano estaba en manos de los españoles. Esa reunificación iba a ser de corta duración. Pizarro alentó las rebeliones de tribus sometidas a los Incas, y rápidamente el imperio se dividió. Sin embargo los indios pensaron aún obtener la liberación de Atahualpa contra rescate: la pieza donde él se encontraba prisionero debía ser llenada de oro. Pero Pizarro no cumplió su promesa e hizo asesinar a Atahualpa el 29 de Agosto de 1533. Nada más detendría la marcha de los españoles sostenidos por todas las tribus rebeldes. El 15 de Noviembre de 1533 Pizarro entró en Cuzco, lo saqueó, e impuso sobre el trono al medio hermano de Huascar, Manco Inca. Pero el nuevo soberano estaba totalmente sometido a los españoles y no pudo impedir la dislocación definitiva del Tahuantinsuyo.



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